viernes, 3 de julio de 2009

¿Nadie como uno?

Creo que me di cuenta que lo importante no es tanto andar con alguien, sino poder andar con alguien que se parezca un poco a uno. Por lo menos, alguien que reconozca las canciones que tarareas después de tener sexo o las que tarareas en la ducha antes de desayunar o similares.

La verdad que hacer cosas por el mero hecho de instinto o mecanicidad es lo más aburrido y misero del mundo. Es un embole. Digamos que no da andar con alguien que no se parece un poco a uno. No que ambos seamos iguales, sino que no seamos totalmente diferente. Son dos cosas diferentes, aunque no lo parezca.

La verdad que mientras más conozco a las personas, más me doy cuenta que la persona indicada es otra, diferente de las personas que conozco en la mayoría de los lugares. Vale mierda la gente que conozco, porque nadie se parece...