viernes, 30 de enero de 2009

Buena madera de abogado

Hoy vi a un amigo mentir como un profesional. No puedo borrar de mi mente sus expresiones, su manera de hablar; toda la situación destilaba mentira. Lo peor es que yo sabia que la mentira iba a ser consumada antes de que, en efecto, sucediera.


Ni siquiera fue una mentira piadosa: fue una mentira a secas. Lisa y llanamente.


Esta persona estudia abogacía. La verdad que me doy cuenta de porque lo hace. Puede mentir como el mejor, sin que se le mueve algún pelo, sin un atisbo de culpa en su rostro. Es increíble. No es admirable, solo increíble.


Es una pena, porque la otra persona no se merecía la mentira. Era tan sincera, tan real. Contrastaba hasta el limite del grotesco con el proyecto de abogado que es mi amigo.
Es una pena, además, porque la otra persona es una mujer a la que me hubiera dado gusto conocer antes. Es alguien con quien, aparentemente, se puede tener una agradable conversación, cosa poco común en la actualidad.


Mas allá de esto ultimo que dije, me parece una pena que se le mienta a alguien así. Me parece aun peor que se puedan conseguir cosas de esa manera. ¿Que quedara para la gente que se mueve por la vía "honesta"? Aparentemente, ni las migajas de los mentirosos.

jueves, 29 de enero de 2009

De vuelta en el sur

Volvi de mis vacaciones en Mar del Plata (Prov de Buenos Aires, Argentina).

Dos semanas de arena, agua y sol.

La verdad que no me gustan mucho esas cosas, pero tuve que ir igual.

Nos guste o no, la vida tiene cosas que no te gustan y las tenes que hacer igual.